Gobierno de Ernesto Zedillo Ponce De León

El gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994–2000) enfrentó importantes desafíos desde sus inicios, marcados por una grave crisis económica, conflictos sociales y la necesidad de fortalecer la democracia en México. Zedillo asumió la presidencia en diciembre de 1994, en medio de un clima de inestabilidad política y financiera, tras el asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, y con la reciente firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Uno de los primeros y más graves problemas que enfrentó fue la crisis económica de 1994, conocida como el “error de diciembre”, que provocó una fuerte devaluación del peso, inflación, desempleo y una caída significativa en el poder adquisitivo. Para enfrentar esta situación, su gobierno aplicó un severo plan de ajuste económico, con apoyo internacional, especialmente de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional. A pesar del impacto social negativo inicial, la economía mexicana logró estabilizarse hacia finales de su sexenio.

En el plano político, Zedillo impulsó una serie de reformas democráticas importantes. Una de las más destacadas fue la transformación del Instituto Federal Electoral (IFE) en un organismo autónomo y ciudadano, con el fin de garantizar procesos electorales más justos y transparentes. Además, su gobierno fue el primero en permitir una competencia electoral real, lo que sentó las bases para la alternancia democrática que se concretó en el año 2000, con el triunfo de Vicente Fox.

En temas sociales, Zedillo continuó programas de combate a la pobreza e impulsó la reforma educativa, promoviendo la descentralización de los servicios educativos a los estados. También implementó programas como PROGRESA (hoy conocido como Prospera), orientado a mejorar las condiciones de salud, nutrición y educación de las familias en situación de pobreza.

En el ámbito de seguridad, su sexenio también vivió momentos de tensión, como el conflicto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas. Aunque no logró resolver completamente el conflicto, su gobierno optó por el diálogo en lugar de la represión, a diferencia de lo que se temía en ese momento.

El gobierno de Zedillo cerró con una economía más estable y con avances democráticos significativos. Su papel fue clave en la transición pacífica del poder al primer presidente de oposición en la historia moderna del país, lo que consolidó un cambio profundo en el sistema político mexicano.